Miguel Servet ¿por qué la humanidad está
en deuda con él?
Miguel Servet es en muchos aspectos uno de
los hombres más notables del siglo XVI
europeo; mientras que la trágica muerte
que sufrió le convirtió en el primer y más
insigne mártir para una fe cuya
trayectoria recorreremos en los actos
programados en este V Centenario. Los
documentos sobre la vida de Servet son
escasos y, a veces, inconsistentes y las
lagunas que contienen se han aprovechado
para urdir entorno al genial humanista
toda una serie de conjeturas que, tal y
como se ha demostrado posteriormente, han
resultado ser erróneas, si bien, algunos
estereotipos e informaciones sesgadas
siguen perviviendo entre el gran público.
Miguel Servet (Villanueva de Sijena 1511 -
Ginebra 1553), teólogo y médico español,
fue ejecutado por el gobierno de Ginebra a
instigación de Juan Calvino a causa de sus
creencias religiosas. Nacido en Villanueva
de Sijena, actual provincia de Huesca,
estudió derecho en la universidad de
Toulouse y medicina en la universidad de
París. A partir de 1540, practicó la
medicina en Vienne (cerca de Lyon),
Francia, donde también ejerció como médico
personal del arzobispo Pierre Palmier.
Los pensamientos teológicos de Servet
fueron mucho tiempo duramente criticados
por los católicos y protestantes de su
época. En 1531, repudió, en su
De
Trinitatis Erroribus (De los errores sobre
la Trinidad), la personalidad tripartita
de Dios, y en 1532 escribió Dialogorum de
Trinitate Libri Duo (Dos libros de
diálogos sobre la Trinidad). Años después,
durante su estancia en Vienne, escribe su
obra teológica principal: Christianismi
Restitutio (La Restitución del
Cristianismo), impresa a principios de
1553.
Lector profundo de las fuentes más
antiguas de las Sagradas Escrituras,
desarrolló una interpretación racional del
dogma de la Santísima Trinidad y un
sistema teológico alternativo tanto a la
Iglesia romana como a las reformas
protestantes, de una profunda carga
interior y ajeno al ritualismo y a la
pompa de algunas celebraciones religiosas.
La expresión práctica de la teología servetiana se tradujo en el surgimiento de
la religión unitaria
o unitarismo.
"... en nosotros está el hombre nuevo,
escondido en su propio corazón."
Para Servet la fe es un don que no puede
ser impuesto, y sólo puede llegar al ser
humano a través de la predicación o la
gracia divina. Por lo tanto, encontramos
en su sistema teológico, un principio de
libertad muy infrecuente en su época.
"...ninguna cosa puede ser amada por
coacción, ni con quien la procura con
odio".
La lectura de los textos le llevó a
rechazar el bautismo de los niños. Intentó
discutir éstas y otras ideas teológicas
con los reformadores de la época y más
notablemente con Juan Calvino; el
reformador de Ginebra que luchaba por
instaurar una teocracia en la ciudad de
Ginebra. En la ciudad del lago Leman, fue
arrestado, acusado de herejía y blasfemia
contra el cristianismo, y quemado en la
hoguera el 27 de octubre de 1553.
Sus contribuciones científicas fueron
asimismo notables, pues fue el primero en
describir en Occidente la circulación
pulmonar de la sangre en su Christianismi
Restitutio (La Restitución del
Cristianismo).
Pero si Servet fue un excelente teólogo y un
notable médico, no menos importante fue su
contribución al desarrollo del Derecho
inalienable de todo ser humano a la libertad
de conciencia. Defendió, y así lo dejó
escrito, el derecho a interpretar los textos
sagrados con absoluta libertad. Su ejemplo y
posterior muerte sacudieron las conciencias
de muchos de sus contemporáneos, como
Sebastian Castellio o Mateo Gribaldi,
quienes con ansias renovadas reclamaron
públicamente una esfera individual para
expresarse libremente sin temer las
represalias de los poderes o iglesias
establecidos. De las ideas de Servet sobre
la tolerancia y su propio ejemplo vital
arranca precisamente la discusión
intelectual que condujo muchos años después
al reconocimiento de la libertad de
pensamiento responsable como derecho humano
inalienable en los textos jurídicos
modernos.
"...considero muy grave el matar a los
hombres por creer que están en un error
cuando sabemos que el más elegido se puede
equivocar."
Miguel Servet es uno de los españoles, y
aragoneses, más internacionales, pero a la
vez más olvidados y desconocidos. Por lo
tanto, constituye un deber ético difundir
su figura y legado, de modo que los
valores que inspira su vida y ejemplo se metabolicen
en un cuerpo social cada vez más ajeno a
los principios que distinguen a los seres
humanos de otras especies, y que tan poco
se aplican en la vida cotidiana.
La
celebración en el próximo 2011 del V
Centenario del nacimiento de una
personalidad de la altura intelectual y
humana de Miguel Servet hace
imprescindible la elaboración de un
programa de actividades con objeto de dar
a este acontecimiento la relevancia que
sin duda merece. Y en un proyecto de estas
características han de implicarse tanto
las instituciones públicas de ámbito
local, autonómico, estatal y europeo como
las instituciones culturales directamente
asociadas a la difusión de su obra (caso
del Instituto de Estudios Sijenenses
"Miguel Servet" - Michael Servetus
Institute) y los organismos oficiales
implicados en la rememoración de los
eventos y conmemoraciones más importantes
de nuestra historia.
Asimismo, un centenario de esta magnitud
no puede celebrarse sin una participación
real de la sociedad civil, que normalmente,
tiende a desentenderse o estar ausente de
este tipo de celebraciones.
El "Año Servet 2011" tiene como
misión la consecución de los siguientes
objetivos:
1. Concienciar a la sociedad española de
la importancia del papel histórico de
Miguel Servet en la historia moderna de
Occidente con el objetivo de mitigar el
enorme desconocimiento que todavía existe
sobre el personaje tanto en Aragón, como
en el resto de España.
2. Difundir entre los
estudiantes de todos los niveles
académicos (primaria,
secundaria, bachillerato y
universidad) la vida y la obra
de Miguel Servet.
3. Crear un vivero de nuevos
investigadores mediante cursos
especializados destinados a
estudiantes de la Comunidad
Autónoma de Aragón.
4. Catalizar y difundir las
nuevas aportaciones sobre la
vida, la obra y el legado de
Miguel Servet a través de ciclos
de conferencias y un congreso
donde se actualicen los
descubrimientos más recientes.
Pero además de estos
objetivos de carácter cultural,
el V Centenario del nacimiento
de Miguel Servet debe servir
para potenciar los valores
que se asocian a su legado,
entre los que se destacan los
siguientes:
• La importancia de la
libertad como principal valor
humano.
• El desarrollo de los
valores humanos y dignidad
inherentes a toda persona, con
especial incidencia en el
respeto a todas las ideologías y
creencias.
• La libertad de conciencia y
de expresión como fuente de
desarrollo individual y
colectivo, como Servet nos
enseñó, y que hoy es nota de
modernidad en la Unión Europea.
• La afirmación de la
tolerancia y la justicia en las
relaciones humanas (asimismo,
ejemplo de Servet), y el
mantenimiento de una actitud
positiva ante la diferencia y la
interculturalidad.
• La
Razón, moderada con el sentido
común, frente a toda forma de
dogmatismo.
Carteles oficiales del V
Centenario, diseñados por el
Consejero del Instituto de
Estudios Sijenenses "Miguel
Servet", Sr. César Calavera
Cartel 1
Cartel 2
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